Què hacer? Es esa la cuestión. A dònde dirigir las ganas. Estos
vocablos tercos. Mis propios pasos. A dònde. A dònde. Estas
preguntas y otras terminan siempre por bloquearme, por arrojarme al
ìmpetu interino que lleva a uno a las ventanas y los precipicios.
Son preguntas tontas ya lo sè, pero me inquietan. Digamos que de
alguna manera se entrometen en mi vida. En el curso regular de mi
existencia màs ordinaria. Son esas preguntas que aparecen justo al
terminarse un cigarro. Al restregar la colilla en el cenicero. Màs
tambièn suceden al final del dìa. Luego de esas tardes de caminata
y camuflaje. De angustia y torperìa. De anda ve a sin saber a
dònde. Esas tardes que no bastan; es entonces cuando uno, en fin, se
dispone al devaneo; ante la falta de algo verdadero que acomapañe
los pasos, uno se inventa su propio recorrido. Y allà voy. Ahì me
veràs yendo, siempre yendo. Siempre en la urdidumbre. En el
entretijo del no sè què.
No hay comentarios:
Publicar un comentario